Villa Giardino tiene bien merecido el título de "Jardín de Punilla". Es un poblado en el que su portal recibe al turista con un boulevard ornamentado con flores y césped siempre recién cortado. Sus
calles, veredas y plazas mantienen cuidadosamente esta característica. Está a 5km del escalón de falla que separa las Sierras Chicas del bloque hundido del Valle (que se encuentra en las proximidades de La Cumbre). Tal vez por este accidente geográfico posee un microclima que oscila en verano los 21º y en invierno 10º.
La villa es refugio de artesanos y artistas plásticos de renombre, que encuentran en este apacible rincón serrano el lugar ideal para la meditación y creación de su arte. Actualmente es pionera en el reciclaje de residuos orgánicos contando con la primera planta de tratamiento de residuos orgánicos, transformándolos en abono de primera calidad.
En cuanto a su historia, a fines de 1800, un pionero italiano llamado Miguel Thea
compra una vieja estancia la cual utiliza para la explotación calera. En su predio se encontraba un antiguo molino (que hoy es símbolo turístico de la villa) por lo que llamó a la propiedad "El Molino".
El Ingeniero Thea donó tierras para el ramal de ferrocarril que recorría desde Córdoba a Cruz del Eje. En 1917 ya se había construido la estación de trenes que se denominó con el nombre de este precursor. Por el año 1938, Ugolino y Juan Giardino compran la estancia Altos de San Pedro, dando un impulso progresista al tranquilo paraje.
Las tierras se lotean en abril de 1939, marcando el desarrollo de la localidad que llega hasta nuestros días. El municipio comienza a funcionar en 1957 y en 1964 pasa a denominarse oficialmente el lugar como "Villa Giardino".