Julio Paz (Dúo Coplanacu) |
Roberto Cantos (Dúo Coplanacu) |
Julio Paz (Dúo Coplanacu) |
Ramón Ayala |
Siendo las 22hs, con una magnífica luna llena, la música comenzaba a adueñarse en esta décima noche coscoína, transitando ya la recta final de esta edición especial del Festival.
Latinoamérica se hizo presente, con el particular estilo de Illapu, conjunto chileno que con “Tu propia primavera”, “Lejos del amor”, “Juana Azurduy” (recordando a la querida Mercedes Sosa) y “Vuelvo para vivir”, hicieron bailar y cantar a la plaza, que los aplaudió calurosamente.
La Delegación de la Provincia de Mendoza entonces, llegaba al Atahualpa Yupanqui, con la presentación del espectáculo “Del barbecho al racimo” que, entre cuecas y gatos recordó al Padre de la Patria parafraseando sus célebres palabras “Serás lo que debas ser, si no no serás nada”.
Oriundos del Valle de Punilla, llegaban los coscoínos Ceibo, grupo de jóvenes que sumó una nueva estrofa al “Himno a Cosquín”, escrita por Zulema Alcayaga. La poetisa junto a Waldo Belloso hiccieron en la década del 60 la célebre canción lema del Festival. El grupo se llevó el aplauso de la plaza.
Otro pilar fundamental del folclore argentino llegó al escenario mayor, César Isella acompañado en esta ocasión por el grupo Calandria de la Provincia de La Pampa. Juntos hicieron un homenaje a Armando Tejada Gómez, interpretando canciones que el artista compuso con el poeta, tales como “Fuego en Animaná” y “Canción con todos” entre otras. La Comisión le hizo entrega de un poncho coscoíno y Cesar se llevó además todo el cariño de la plaza que lo despidió aplaudiendo de pie.
Para continuar con la fiesta, la Delegación de Japón. Representada por Pelusa Tacuanu Trío, artistas elegidos para que ese lejano país esté presente en este Cosquín de Oro, quienes comenzaron su recital con “El Cóndor Pasa”, debiendo hacer un bis a pedido del público.
Sólo con su guitarra criolla, Juan Falú hizo que todo el público permaneciera en silencio, delelitándose con “La Cuartelera” y “La Tristecita” entre otros temas, arrancando un sostenido aplauso en la Próspero Molina.
Y luego, desde Santitago del Estero, Horacio Banegas, talentoso cantautor, estudioso de las raices de la música de su terrunio, quien presentó temas de su último trabajo “Inmediaciones”.
La fiesta continuó con Aymama, desde el litoral, María Ofelia, Miguel Ángel Morelli y Jorge Méndez, para continuar con Adriana Tula.
La plaza entonces se volvió patio con el Dúo Coplanacu, quienes con chacareras y zambas hicieron bailar y cantar a los presentes, que volvían a requerirlos una y otra vez.
Para continuar, se hicieron presentes los ganadores como Conjunto Instrumental del Pre Cosquin 2010 de la Sede Azul, Provincia de Buenos Aires, Romero-Andersen, a los que siguió Ramón Ayala, acompañado por el aerofonista Adrián Altamura, que con interpretaron sus célebres temas como “Cosechero de los peces” y “El arriero”.
La noche continuó con Marite Berbel, Pancho Cabral y el guitarrista Miguel Ángel Rivaynera.
El Dúo Enarmonía, rindió un merecido homenaje a las reconocidas poetisas Gabriela Mistral, Alfonsina Storni y Juana Ibarbourou, que dejaron su imporante legado.
La danza entonces, volvió con el colorido Ballet Salta, que antecedieron a otro espectáculo internacional esperado por el público: Los Kjarkas. El legendario conjunto boliviano, creado hace 39 años en Cochabamba, inundó la plaza con música y danzas del altiplano, a cargo del Ballet Oficial de Bolivia, como cierre de una de las últimas noches del cincuentenario.