Anfiteatro La Falda
En una apacible noche, con el Auditorio Municipal colmado en su totalidad, comenzaba la segunda noche del Festival, con la presentación de la ganadora del Concurso Pre La Falda Ciudad Tango 2014, Erica Risman, de la sede Godoy Cruz, provincia de Mendoza quien interpretó “Nostalgia”.
Desde Buenos Aires se sumó el concertista de guitarra Hariel Marcilio, quien acompañado por una pareja de baile, fue deleitando con exquisitas interpretaciones, concluyendo su presentación con “Libertango”.
Al escenario llegaron entonces “Greco cuarteto”, integrado por Emiliano Greco (piano), Lautaro Greco (bandoneón), César Rago (violín) y Pablo Motta (contrabajo). Estos jóvenes talentos cautivaron a la platea con temas tales como “Recuerdo”, “Quejas de bandoneón” entre otras, despidiéndose con el conocido “Adiós Nonino”.
El dos por cuatro continuó con el Dúo Horacio Banegas – Damián Torres, que en presentaron los temas “Tu olvido”, “Taquito militar”, “A Don Agustín” y una selección de Astor Piazzola.
Luego la danza se adueñó del Carlos Gardel, con los capillenses Walter y Marisa Serrano.
Ariel Ardit junto a su orquesta típica, hizo un recorrido por distintas décadas, trayendo temas como “La vida es una milonga”, “Te llaman Malevo” (recordando la exitosa novela protagonizada por Gabriela Gili y Rodolfo Beban en los años 70), “María”, “Patio mío”, “La cantina” (haciendo alusión a los inmigrantes), “Romance de barrio”, “Garúa” y “Sur”, los cuales fueron coreados también por el público presente. El artista arrancó el estruendoso aplauso de la platea en cada canción, que pedía que este mágico momento no se terminara.
Silvio Soldán entonces, invitó al conductor Juan Guerrero, del chileno festival Valparatago, que ya cumplió 25 años haciendo conocer el tango en el vecino país, y presentó al Alcalde de Valparaíso Jorge Castro Muñoz, a quien el Intendente Municipal Eduardo Arduh declaró como Huésped de Honor. Tanto la comitiva chilena como las autoridades municipales, intercambiaron distintos presentes.
Un número esperado de la noche fue Carlos Habiague, joven faldense que presentó junto a su orquesta un espectáculo en el que no se privó de nada: lo acompañaron parejas de baile, el Coro Municipal de La Falda y hasta unos mariachis. Entre los temas de su repertorio se escucharon “Fanfarrón”, “Pasional”, “Remembranza”, “Por qué la quise tanto”, “Volver, volver, volver” y “Cucurrucucu Paloma”, llevándose la ovación de la concurrencia. Con sus 22 años, Carlos demostró una madurez artística digna de ser destacada.
Desde Uruguay Francisco Falco, acompañado por Contramano Trío deleitó a los presentes con los temas “El sueño de barrilete”, “Canción desesperada”, cerrando su actuación con el Fox-Trot “Rubias de New York”.
En esta noche no faltó el homenaje al reconocido periodista Alfredo Dilena, recientemente fallecido, quien fuera miembro de la Academia Nacional del Tango. Cumplió 54 años al frente del programa de radio de más larga trayectoria del país: “2x4 tango”, emitido en LV 16 de Río Cuarto.
Luego de una larga ausencia, volvió al escenario del Anfieatro Municipal de La Falda la talentosísima Amelita Baltar quien, con la calidez que la caracteriza brindó un recital impecable. Cantó los temas “Preludio para el año 3001”, “Balada para mi muerte”, “Violetas populares”, “Grisel”, “La última farra de mi vida” y de su nuevo trabajo “El nuevo rumbo”, “Sería fácil decir” y “Viaje sin luna” (ambos de su autoría). Amelita fue despedida por su público con un cerrado aplauso.
Y cerrando la velada hacía su aparición Raúl Lavié. Con su inconfundible voz, el “Negro” ofreció un espectáculo distendido y ameno, cantando “A mi manera”, “Naranjo en flor” y un popurrí de temas folclóricos como; “Las golondrinas”, “Calle angosta” y “Yo vengo a ofrecer mi corazón”. Tuvo como invitada a Lissette con quien interpretó “El último café” y “Garufa”, para culminar su presentación con “Toda mi vida”, “Como dos extraños” y “Bicicleta blanca”, Para finalizar, sorprendió a la platea con una versión de “Los mareados” cantando el tema sin micrófono.
Sin duda ha sido una noche cargada de momentos emotivos y de gran calidad artística, que seguirá resonando entre los cerros del Valle de Punilla.