“Esta es la segunda vez que me toca abrir una noche, en la anterior la plaza estaba por la mitad. Ahora explota”, contó la cantante de Arequito luego de los dos primeros bloques musicales, uno a pura chacarera y el segundo, bien chamamecero.
La postal de la Próspero Molina era impactante: realmente no cabía un alfiler. Por supuesto que esa imagen hizo recordar a esas épocas iniciales de Soledad, quien recordó aquello con mucha nostalgia aquello. “Ya son 29 años de ese debut. Pasé por todas las etapas, algunas también muy difíciles. Sino fuera por ustedes, no sé qué hubiera pasado”, le dijo al público visiblemente emocionada. Del repertorio de esos años trajo Salteñita de los Valles, Entre a mi pago sin golpear y A Don Ata, con revoleo del poncho incluido.
La noche continuó con el armonicista santafesino Lucio Taragno, quien volvió a recibir la gran ovación de la plaza al igual que el año pasado, cuando terminó llevándose el premio Revelación.
Otro santafesino, que tuvo su merecido reconocimiento, aunque con una enorme diferencia generacional, fuel Orlando Veracruz. El “Gaucho” quien ya cumplió 80 años, celebró 50 de su “Consagración” en Cosquín 75. Ariel Ardit regresó al festival tras su celebrado primer paso en la edición 2024. Con su imponente voz, repasó perlas del repertorio tanguero y hasta se dio el gusto de invitar a su madre, la cantora Adriana Oviedo.
Después de la Delegación de Santa Fe, llegó el debut de Gauchos of The Pampas, el proyecto encabezado por Juan Gigena Ábalos, nieto de Vitillo Ábalos y continuador del legado de la legendaria familia santiagueño. Tomando ese sonido original de los Hermanos Ábalos pero con una impronta bien rockera, cautivaron a la plaza y se ganaron el merecido bis.
Adrián Maggi tuvo su momento como uno de los pocos decidores del festival, un momento que el público acompañó con respetuoso silencio y aplausos.
Por si todavía le faltaba confirmar su grandioso presente, Nahuel Pennisi tuvo otra actuación consagratoria en el festival.
Si había alguna duda sobre la permanencia del público para el horario en que saliera Jorge Rojas al escenario, eso se diluyó cerca de las tres de la mañana cuando el cantor salteño hizo su aparición y desató un verdadero estallido en la Próspero Molina.
Pasadas las 4.30 de la mañana comenzó el ritual de la segunda Cacharpaya de esta edición, otra postal que nos dejó este Cosquín 2025 de las emociones fuertes.