La tercera luna coscoína comenzó ayer con la presentación del Dúo Orellana Lucca, ya consagrados por el público y el festival, deleitaron a los presentes con una actuación memorable. Seguido a ellos llegó al escenario Silvia Lallana para manifestar su arte sobre el Atahualpa Yupanqui y luego darle paso a Milena Salamanca y el desarrollo de su talento en escena.
Al momento de presentarse las Postales de Provincia de la noche, fue la delegación de Tucumán con su espectáculo llamado: “Mi modo de alumbrar” quienes manifestaron una demostración de arte inolvidable con decenas de artistas y cantores y el trabajo audiovisual acorde a lo que buscaban transmitir en el brillo de su luna tucumana.
Uno de los momentos más esperados llegó de la mano de Peteco Carabajal y su banda Riendas Libres que llevaron su presentación de menos a más, hasta terminar consolidando la unión con el público que brindó su apoyo y reconocimiento. El cantor que continuó la noche fue Facundo Toro quién puso a la plaza de pie para bailar y divertirse al ritmo de sus canciones y con el homenaje y recuerdo de su padre.
La tercera luna también contó con la música cuyana a través de Los Videla que llegaron desde San Juan para hacer honor a su tierra y luego la plaza recibió a Los Diaz P asan V olando quienes brindaron su arte en el escenario.
En una noche de música y reflexión llegó el recitador Adrián Maggi qu e hizo pasar al público del silencio a la risa, de la risa al vitoreo, del vitoreo a la reflexión y la arenga por representar en sus palabras una realidad social que describe la vida de miles o millones que apoyan su reclamo, sus palabras y por supuesto, su arte.
Finalmente, para cerrar esta gran noche, llegó el Chaqueño Palavecino y la celebración de sus 40 años haciendo música, conquistando al público que lo esperó con una plaza llena y lo acompañó hasta altas horas de la madrugada para disfrutar, bailar y cantar junto al cantor popular que recordó su tierra, acompañó con palabras las situaciones de dificultad de otros artistas y remarcó que todo pasará, pero el folklore seguirá vigente.
Colaboración de Fiorella Pastor