PRE COSQUIN

La idea de realizar una pre selección de nuevos valores, comienza en el año 1969. Debido a la cantidad de artistas que recién comenzaban a dar sus primeros pasos llegaban a Cosquín para tratar que se los incluya en la grilla artística, y ante el desconocimiento de su condición de tal por parte de la organización se decide, a través de una idea que yo aporto a la Comisión, realizar para la edición del año 1970 una selección de nuevos valores, los cuales escuchábamos personalmente. A aquellos que nos parecían que tenían más condiciones, los íbamos seleccionando para que, una semana antes del festival, un jurado técnico los evaluara y decidiera quienes podían actuar en el Festival Mayor. Así, en 1970, nace el Pre Cosquín.

Pasaron dos años y se decide que además de tomar las pruebas en forma personal, también se podía enviar por encomienda una cinta grabada con tres temas como mínimo (recordamos que en ese momento las grabaciones se hacían en cinta abierta). Esto se da a conocer por los medios de comunicación, para que todos aquellos artistas del las distintas provincias que no pudieran apersonarse, lo hicieran de esta forma, logrando que su material llegara a Cosquín para ser evaluado. Como se podrán imaginar, era un trabajo de hormiga. Nos prestó un grabador de cinta abierta, el "mojarra" Wisner, que así lo apodaban. Fueron días y noches enteras de escuchas y siempre con un solo objetivo: preseleccionar lo que después, el jurado, decidiría quienes subirían al escenario.

Y así fueron pasando los años. La tecnología reemplazó la cinta abierta por los cassettes, y los cassettes por las Sedes. A partir de allí, se fueron designando Sedes en las distintas provincias, quienes tenían la responsabilidad de elegir sus representantes artísticos de acuerdo a un reglamento establecido por la Comisión de Folklore de Cosquín, los cuales competirían junto a los representantes de todas las Sedes autorizadas para ver quiénes, de acuerdo a los rubros establecidos, serían los ganadores del Pre Cosquín y de esta forma integrar la Grilla Principal de cada edición de nuestro Festival. Cabe destacar que a partir del sistema de elección por Sedes, se agrega la Danza, ya que hasta ese momento los participantes eran solamente músicos e intérpretes. De cinco Sedes en su comienzo, se paso a treinta y cinco. Este número de Sedes se mantuvo durante varios años, hasta que se decide autorizar un número mayor, llegando en la actualidad a tener entre cuarenta y cinco a cincuenta en todo el País.

Del pre cosquín surgieron año a año, grandes artistas ya sea en música como en danza. Algunos tuvieron una gran trayectoria y otros no tanto, algunos triunfaron otros se quedaron en el camino. Cosquín les abrió las puertas, pero el trabajo y llegar al corazón de la gente, solamente lo logra el artista. Es una carrera muy dura la del folklorista: o se triunfa por lo técnico o se triunfa por lo popular. Pero hoy, lamentablemente, la música folklórica no tiene el espacio suficiente en los medios de comunicación, ni una gran difusión, comparada con otras que, quizá por ser más comerciales, tienen prioridad en los distintos medios ya sean radiales o televisivos, quedando de esta forma relegada.

Podemos destacar algunos Artistas que ganaron el Pre Cosquín y lograron consolidar su carrera: Los Hermanos Cuesta, Teresa Parodi y Claudia Piran entre otros.

En estos pocos renglones, he tratado de sintetizar la historia de uno de los Certámenes Folklóricos más importantes que tiene la República Argentina. Y con respecto al Festival Nacional de Folklore de Cosquín, es el único que desde su creación y hasta la fecha, se realizo todos los años en forma ininterrumpida, lo que demuestra que pese a los innumerables problemas que tuvo que afrontar, siempre gracias a los artistas y a la gente, se mantiene en pie.

Simplemente quiero agradecer a todas aquellas personas que trabajan en la defensa de nuestro folklore, respetando sus comienzos y dándole lugar al paso del tiempo, permitiendo que los jóvenes lo hagan suyo y a su medida, siempre y cuando no pierda la esencia de pueblo.


Eduardo Mastel