Teresa Parodi

Victor Heredia

Teresa Parodi

Las Rositas

La séptima luna tuvo un comienzo rioplatense, con un candombe antes del Himno a Cosquín y un arreglo de “La cumparsita” después, ejecutado por Las Rositas. En el 105° aniversario del nacimiento de Atahualpa Yupanqui, el tradicional grito y arenga daba inicio a una noche llena de emociones.

La primera de ellas fue con la presencia de Víctor Heredia. “Bailando con tu sombra”, “Parte del cielo” y “Algún día” formaban parte de su repertorio de canciones conocidas y nuevas, para cerrar con “Ojos de cielo” tras el caluroso aplauso del público.
Los Amman, de Ezeiza, le dedicaban sus zambas a los hermanos Visconti, y Rafael Amor cantaba su original canción al mate.

Con invitados de lujo como Lito Vitale, Franco Luciani y Mario Bofill, la cantautora Teresa Parodi ejecutaba sus canciones recordando los primeros pasos que dio en Cosquín con “Pedro Canoero”, “Cielo de Mantilla” y “Esa musiquita”.
Aymama, tres mujeres talentosas, hicieron su tributo a Eduardo Falú con arreglos prolijos de sus canciones. Luna payasera, de Formosa, presentaba temas propios en tiempo de chamamé, y Jesús Mansilla mostraba su versión de “Mire qué lindo mi país, paisano”.
Como ganador del rubro “canción inédita”, se presentó la composición “Don José Gervasio”. El riojano Pancho Cabral tocaba su música junto al trío MJC, y Suna Rocha, con el Ballet Folklórico Nacional, cantaba “América” con a toda la plaza.
Se homenajeó a través de una proyección a la cantante ecuatoriana Carlota Jaramillo, y precisamente la delegación de ese país hizo una genial aparición a continuación. “Ángel de luz” introducía al conjunto “Pueblo Nuevo” ante el público, pero tuvo su punto climático cuando fue invitado Víctor Heredia, que cantó junto a ellos “Ojos de cielo”.

La Delegación de Santa Fe hizo gala de los mejores talentos recogidos durante la campaña “Querer, Creer, Crear”, con una serie de canciones originales, coreografiados y animados digitalmente, en un trabajo inolvidable.
A continuación, Anabela Molina se reafirmaba como la mejor voz femenina del Pre-Cosquín, Paola Bernal nos traía nuevamente su original propuesta de folklore que tuvo su mejor momento en “Alas de Boca”, y el brasileño Luiz Carlos Borges deleitó con su virtuoso acordeón.

Llegaba el turno de la murga Agarráte Catalina, que contó con dos invitados de lujo: León Gieco y Tabaré Cardoso. “Cinco siglos igual”, “De igual a igual” y “El ángel de la bicicleta” hicieron furor en la Próspero Molina, que levantó sus voces en un encuentro muy emotivo.
El Ballet Folklórico Nacional recreaba escenas de tango en un tributo a Osvaldo Pugliese, luego Joel Tortul desplegaba todo su talento en el piano, y Las Rositas sorprendían con su fusión de tango y música electrónica.
Franco Luciani con su armónica nos paseaba por chacareras, zambas y milongas; Tiempo Nuevo ponía en juego toda la habilidad de sus fuelles y guitarras, y Adriana Tula cantaba sobre arreglos de gran calidad, cercanos al jazz.

León Gieco volvía entonces al escenario y recibía el alba con sus canciones. Primeramente junto a Nahuel, un artista ya conocido a través suyo, que le dedicó sus canciones a Mercedes Sosa. Más tarde presentó a Ramona, testigo viviente de la lucha por los derechos de los pueblos originarios, y apoyó la campaña contra Monsanto. Sonaron en el escenario “Sin querer”, “Hoy bailaré”, “El argentinito”, y “Fachos”, entre otras, para finalizar entre ovaciones con “Pensar en nada”.

Tras una noche cargada de emociones, con grandes artistas que representaron la conciencia social de generaciones completas, se asomaba el sol sobre Cosquín.

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