Ballet Argentino

Los Tekis

Iván (Canto 4)

Flavio Mendoza

Seba (Los Tekis)

La tercera velada del festival comenzaba con una vistosa coreografía que evocaba escenas campestres en torno a los telares. Luego de esta introducción, sonó el al Himno a Cosquín, agregándose al brillante final una coda de chaya riojana.

El primer número de la noche estuvo a cargo de Mariana Carrizo, quien no solamente deleitó con sus rimas, sino que pobló progresivamente el escenario con un sinnúmero de copleros de diversas regiones del país, quienes aportaron sus versos picarescos entre cuernos y cajas.
Los cordobeses Suyai le ponían los primeros acordes a la noche, y luego Ángela Irene, que sobre el distinguido tañido del maestro Manuel Navarro, imprimía su voz en canciones argentinas.
Luego del debut de Magdalena Rosetto, se hizo presente la delegación de Cádiz, España, a través del grupo Tangonauta. Interpretaron valses españoles, y una selección de tangos con particular expresividad. El cierre, en tiempo de chacarera, valió los encendidos aplausos del público que maridaron con el entusiasmo de los españoles.

Uno de los grandes números estuvo protagonizado por el Ballet Folklórico Nacional, que presentó “Museo Latinoamericano”, un espectáculo en el que las figuras de distintos personajes típicos del continente hispano salían de sus cuadros durante el sueño de un guardia de museo para celebrar los bailes de cada país.
Continuando la iniciativa de homenajear a una mujer latinoamericana en cada luna, se proyectó un video sobre la gran Chavela Vargas, la principal figura de la música ranchera.
Saludado por su co-provinciana Soledad, Orlando Veracruz subió al escenario a imponer el peso de su trayectoria. El santafesino consagrado en la Próspero Molina en 1974 recibió la bendición del Papa Francisco por sus 40 años de folklore, como así también la distinción por parte de la Comisión Directiva.
Seguía la velada de la mano del joven Lázaro Caballero, que entusiasmó a la plaza con su violín y un sentido recitado. Luego Achalay, dos voces prolijamente arregladas que supieron ganar el Pre-Cosquín como mejor dúo vocal, y finalizando el segmento de nuevos valores apareció Daniel Chapper, un virtuosísimo rioplatense que deslumbró con su armónica en tangos y valses porteños.
Aparecía entonces la delegación de La Rioja, ilustrando pasajes de su historia, muy ligados a la figura de Facundo Quiroga. La presentación culminó con gran calidad, que incluyó la presencia de Sergio Galleguillo entre sus músicos.

Llegaba así Canto 4, que le imprimía su sonido amplio a “La Arenosa” y “Chacarera del Rancho”. Los aplausos para los salteños dieron paso a la delegación de Jujuy, que lució sus bailes típicos bajo el lema siempre presente: “Yo soy la tierra”.
Una serie de artistas jóvenes mostraron sus nuevas propuestas: Marina González, coscoína, con un caluroso debut en el festival; luego Sarkos recordando a los mineros de Santa Cruz, y Los Indios de Ahora, con un sentido tributo a Atahualpa Yupanqui. Hernán Robles nos enseñaba un gato infantil, y más tarde Kurday y Julián Oderiz mostraban una faceta urbana con un repertorio más romántico.

Todo el humor de QV4 le dio a continuación frescura a la gente, que entre risas pudo escuchar imitaciones de los principales folkloristas que pasaron por Cosquín.

Y con toda la fuerza y alegría que los caracteriza, llegó el turno de Los Tekis. Con temas propios y versiones de canciones populares, hicieron vibrar al público que se abandonó definitivamente al carnaval de los jujeños. El bailarín y coreógrafo Flavio Mendoza, de visita por la plaza, tuvo su aparición en el escenario como invitado de lujo, que acompañó con su baile esta fiesta que llegaba una vez más del norte con un repertorio renovado.

La noche seguía en la Próspero Molina, que seguía disfrutando de los artistas que no paraban de brindar su música en la tercera luna del festival.

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