ra el año del Señor de 1767. El hecho sucedió entre la noche del 31 de Marzo y la madrugada del 2 de Abril. Después de una intriga de casi un año, el rey Carlos III de España firmaba el decreto de expulsión de la Compañía de Jesús de España y de todos los territorios de América.

e esta manera, se cercenaba uno de los proyectos de comunidad socio-económica más exitosos de todos los tiempos: el "Estado Jesuítico", que había sido elogiado hasta por sus mismos adversarios, se apagaría como la lumbre de las velas en los altares de la Compañía. 

El desenlace fue previsible. La orden fue suprimida y el modelo jesuita, privado de sus mentores. Pero la luz de aquel fuego encendido por los hijos de Ignacio de Loyola siguió brillando. 

Tan importante fue la huella que dejaron y tan significativo fue su legado, que muchas de sus obras han persistido hasta nuestros días. Parte del patrimonio son la Manzana Jesuítica y las Estancias, construidas entre los años 1616 y 1725.

Introducción