Camino a Tafí del Valle
En el trayecto desde San Miguel de Tucumán a Tafí del Valle se asciende por un camino de cornisa a través de las montañas del “monte tucumano”, entre tupidos cañaverales y cascadas que brotan de manantiales en las alturas. A los 2000 metros de altura sobre el nivel del mar la vegetación decae. Ya casi no hay árboles, pero toman la posta los cardones, esos cactus gigantes que se elevan hacia el cielo como dedos acusadores. De pronto, tras una curva, aparece el Valle de Tafí. Los indios llamaban “Taktillakta” (pueblo de entrada espléndida) al antiguo Tafí. Pronunciar su nombre –”Tafí del Valle”–, evoca por sí solo el aura serena de un páramo silencioso entre altas montañas y suaves lomadas. Algunos cardones crecen entre las casas –superándolas en altura–, y unos pocos autos circulan por la calle. En Tafí se ven caballos pastando a una cuadra del centro, y se oye el canto de los gallos... después, todo es silencio. Todo el valle resguarda vestigios de la cultura diaguita-calchaquí, en especial los restos de sus viviendas de piedra que aparecen a cada paso.
Fuente: tangomias.com.ar