Por Siempre Tucu y María Marta Serra Lima

Los Alonsitos

Joselo Schwap

Lucía Ceresani

Esta octava luna renovaba el deseo de reencontrarse con nuestra música y sus talentosos exponentes, que llegan todos los eneros a Cosquin, para entregar sus mejores intepretaciones. Luego de escuchar los versos que sentidamente expresaba Mariana Carrizo, sonaba con fuerza el Himno a Cosquín y luego “Carpas de Salta”, con la exquisita coreografía del ballet oficial.

En esta noche, un nuevo invitado daba el grito: ¡Aquí, Cosquín!, Alejandro Fantino, que se sumaba a este Festival. Maia Sasovsky, refería que en esta luna se hacía un homenaje al canto de las mujeres. Fue haciendo un recorrido de algunas de ellas: Suma Paz, Ginamaría Hidalgo, Tamara Castro culminando con la entrañable Mercedes Sosa.

El Atahualpa Yupanqui se engalanaba entonces, para recibir el espectáculo “Por siempre Tucu y María Marta Serra Lima”, estrenándolo en el Festival, para luego recorrer todo el país. El trío, deleitó con temas como “Tonada del viejo amor”, "Confesiones", “Nostalgia Tucumana”, “Te vengo a preguntar”, “Negro José”(acompañados por la danza del Ballet Camin), “Canción con todos”, una hermosa versión de “A mi manera”, concluyendo la gran actuación con “Luna Tucumana”, ovacionada de pie por toda la plaza. Muy emocionada María Marta, agradeció al público el respeto y el cariño expresado. Recibió en esta noche la Cinta Coscoína y los Tucu Tucu, fueron agasajados con el tradicional poncho.

Daniel Argañaraz, riojano de nacimiento y bonaerense por adopción, acompañado por Los Olimareños, cantó “Cielo de los pobres” trayendo además temas de su nuevo trabajo discográfico “Piel”. La fiesta continuó con los formoseños Los Guauchos.

Y con la Orquesta Filarmónica del Festival bajo la dirección del Maestro Julián Navarro, esta vez con la actuación de Los Guaraníes. Los cantantes interpretaron temas como “San Juan por mi sangre”, “La saeta” y “Cordobés yo soy”, entre otros, para concluir con “Hasta el cansancio” recibiendo el caluroso aplauso de la Próspero Molina.

La música litoraleña llegó entonces con Los Alonsitos: Ariel Baez, José Martín Rodríguez, Marco Roselli y Marcelo Roselli, quienes transportaron a todos a sus pagos correntinos, trayendo temas como “El bolichero”, “Si ya no estás”, “A mi Corrientes Porá” y “El toro”, entre otros. Entre sapucay, papelitos de colores y algunos tímidos bailarines, concluyeron su presentación con “Un chamamé y un carnaval”, con un enfervorizado público que les brindo un aplauso sostenido.

Desde Misiones llegó Joselo Schuap, cantautor comprometido con temas sociales, que trajo otra faceta del chamamé, para ser escuchado por todos, lo que la platea asumió, recibiendo cada tema en un respetuoso silencio. Intrpretó los temas “Almacén de Sanguina”, “Tío Solano” de su trabajo “Mate y Chamamé” ,“Yo creí que la tierra era mía” y “Ahí viene el Moncho” entre otros, despidiéndose con el grito: ¡Viva la Patria, carajo!! a lo que los presentes respondieron: ¡Viva!
Hizo además referencia a la realización del documental “Cuando llegue el Alba” que ha realizado por haber sido ganador del concurso que efectúa el Instituto Nacional de Cine y las Artes Audiovisuales (Incaa) sobre la vida del cantautor popular “El Turco” Jorge Cafrune.

La dulce voz de Lucía Ceresani, regresaba a Cosquin. La artista, canto “El bonaerense”, “Huella del camino”(de su disco “Sentir surero”) compartiendo además una nueva canción: “Milonga de Pampa y cielo”, quien también se llevó el reconocimiento de la plaza.

Con una platea expectante por su actuación y un público agolpado en las inmediaciones de la plaza, llegaba Oscar Esperanza Palavecino, “El Chaqueño”, que con su particular voz, en un extenso recital, fue entregando a sus seguidores “Yo soy de allá”, “Tío Pala”, “La taleñita”, “La yapa” y “Balderrama", entre otros. Realizó además varios homenajes: a “Yuyo” Montes con “Pañuelo de sol”; a Atahualpa Yupanqui, en el aniversario de su natalicio, con “El arriero” y a Horacio Guarany con “El grillo en Formosa”. El artista, siempre convocante en Cosquín, dio un espectáculo que mantuvo despierta y alegre a una plaza casi colmada, terminando bien entrada la madrugada.

Las luces y los equipos se apagaban en la Próspero Molina, pero la ciudad no dormía aún. En las numerosas peñas y en la calle se seguía respirando música. Porque mientras los duendes estén despiertos, Cosquín seguirá siendo la Capital Nacional del Folklore.

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